viernes, 9 de diciembre de 2022

DESPACITO

 




                                                                    Si no te persiguen

¿por qué corres tanto?

Te pierdes la vida,

entre risa y llanto.

 

¡Despacio, no corras!,

es un desatino,

te pierdes las cosas

 bellas del camino.

 

Comienza escuchando

 a tu corazón.

Tú tienes la fuerza,

 tú tienes el don.

 

Respira profundo,

escucha a tu cuerpo,

te manda señales

mas, no estás atento.

  

Abre bien tus ojos

y mira dos veces,

 que una no es bastante

¡No es lo que parece!

 

Absorbe la vida,

 empápate de ella,

 embriaga tu alma

con las cosas bellas.

 

Despacio, tranquilo,

no te vuelvas loco,

 el que mucho aprieta

abarca muy poco.

 

Si quieres vivir

la vida a sorbitos,

 ya lo dice Fonsi,

vive… ¡Despacito!


Con este poema resulté ganadora en el III Certamen de Poesía Bibliotecas Públicas de Santa Cruz de Bezana, en diciembre de 2022

jueves, 17 de noviembre de 2022

POR QUE RAZON ESCRIBIRLO (¿y por qué no?)

Hay que sacarse de dentro las cosas que hacen daño, antes de que sea demasiado tarde, y compartir las cosas buenas y agradables, porque nunca es demasiado pronto.

Supongo que ese es el porqué.

Cuando era niña y no hace tanto de eso, tenía un diario en el que escribía los pormenores de mi cotidianeidad, que era por otra parte, de lo más cotidiana. Cuando tenía algo que contar, las ideas fluían tan deprisa que escribía a toda velocidad, pero a pesar de ello apretaba con la punta del bolígrafo (un Bic con la tapa mordida) contra el papel y después pasaba la hoja y podía tocar en un simulacro de Braille, el texto por el otro lado.

En realidad, ya no era tan niña, estaba más bien inmersa en esa etapa cruel y convulsa que es la adolescencia. Aunque siempre he sido muy niña, lo sigo siendo ahora, solo que ahora además soy muy mujer. Pero ubicarlo exactamente en el tiempo no tiene importancia en realidad.

Escribía sobre lo humano y lo divino, no exactamente sobre lo que me pasaba, sobre los acontecimientos que habían acaecido durante la jornada, creo que escribía más bien sobre lo que me habían hecho sentir, como me habían hecho sentir.



Si en aquel entonces, hubiese decidido escribirlo en un formato digital, que apenas se utilizaba, habría perdido la magia del papel marcado, que es parte esencial de la impronta del texto. Ahora, lo más que puedo hacer es cambiar el formato de la letra, el tamaño, el color… que frialdad, escribo y por más que toco por detrás no noto más que el calor del monitor y la suavidad del polvo depositado, pero nada de Braille.

He leído en alguna parte, que se crea un blog cada segundo y medio, pues la verdad, que rapidez, yo he tardado un buen rato. Pero puede que tardase un segundo y medio en decidir que lo haría. Las cosas no hay que pensarlas demasiado, solo lo justo para hacerlas y ya está. Si lo pensásemos todo tres veces, el mundo iría a cámara lenta, como en una moviola triste y aburrida. En realidad, no me gustan las estadísticas, lo convierten todo en número, incluidas las personas, tengo, DNI, nº de la seguridad social, nº de expediente en el trabajo en el medico, nº de cuenta en el banco, con una cuenta llena de números (que no de dineros) y menos mal que no estoy fichada, sino tendría otro número más. Yo prefiero la versión contraria, "desconvertir" los números: en ideas, en palabras, en vida. Mama, yo de mayor quiero ser “desconvertidora”.

En realidad, este formato digital tiene una ventaja, que la vida se narra en el orden que sucede y cada idea se sobrepone sobre las anteriores, sin perder estas, todo se puede consultar, todo se puede comentar, aunque no vale todo. Y también tiene una desventaja, tiene un poco de íntimo exhibicionismo, lo que cuentas en el blog es público, aunque lo escribas con sentimiento de privacidad. Debería ser como los buenos desnudos, los que no dejan verlo todo, en los que tienes que imaginar parte de la estampa. ¿Cómo se escribe un desnudo tapado con un fino velo transparente? ¿Cómo se cuenta todo sin escribir todas las palabras?, probaré.

Creo que lo que hay que hacer es una deconstrucción de lo vivido, para, una vez procesado, reconvertirlo en texto. Es como en la cocina, la deconstrucción de la tortilla de patata que es básicamente hacer una tortilla, pero ponerle un nombre muy largo al plato y cobrarte el triple en un restaurante. Y si lo nombramos en francés, “déconstruction de l'omelette“ entonces puedes cobrar cuatro veces más. Es más, somos tan tontos, que nos parece que el español es poca cosa, y entonces todo lo travestimos a otros idiomas, pero con términos impuros, que es lo que se lleva.

Aun me queda mucho por hacer, pero estoy en el buen camino. Se suele decir, que hay que plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro. Pues yo ya tengo plantado un nogal en mi jardín, he tenido tres hijos y estoy buscando el libro de poemas que escribí en mi adolescencia a ver si la vida me lo convalida, y ya tengo la triada.

Escribir en un blog, también puede servir, ¿no?, por si no encuentro los poemas en el trastero, después de tantas mudanzas, a saber dónde estarán los pobrecitos.


miércoles, 19 de agosto de 2015

MI HOGAR

¡Vivo en el paraíso!
Mi casa esta en un valle de sonidos verdes y olores graves.
Vivo rodeada de grillos, de vacas y caballos, de lechuzas, de saltamontes, de mariposas… sonidos cercanos, cotidianos, con Denominación de Origen.
Mi casa huele a lavanda, a romero en la rocalla, a trigo verde creciendo, a polen y rosas blancas, a hortensias floridas, a tomates por madurar, a verde puro.
Mi casa suena a risas de niño, a música celta, a coro, a guitarra española, a pandereta y castañuelas, a jota montañesa. En mi casa se oye el silencio, casi se puede tocar.
En mi casa respiro aire vivo, no prefabricado, ni encapsulado, preñado de perfume en primavera, ahumado de leña quemada a fuego lento en invierno. Abro las ventanas, cierro los ojos, inspiro, me trasporto a mi interior. 
En mi casa respiro paz.
En mi casa huele a bizcocho, a chocolate recién hecho, a hogar, a merienda con hijos, a huevos fritos y a tortos de la abuela Lola, a mermelada casera.
En mi casa huele a niños, a "veneno", a colonia en sus cuerpecitos, a amor, a sexo, a perfume de mama, a cuerpo de papa, huele a vida.
Mi casa esta adornada, que digo, engalanada con un cielo tachonado de estrellas, todas fugaces, con cada una un deseo. 
Cada noche pido uno, no se gastan mi amor.
Los planetas se alinean por la noche, cuando leo el cuento a mis hijos, me envidian y quieren llevárselos, 

        -lo un ratito, el universo es tan grande.

Pero son míos, no se los dejo, sólo mirar. 
Por la gran lucera de cristal del tejado, nos ven, nos espían, solo la luna se cuela en mi casa y vela a mis pequeños,

        -Luna lunera, cuídamelos…

En mi casa hay un jardín de cuento, mullido y suave, me acuesto sobre la hierba fresca. Me muevo suavemente, en contacto íntimo con la tierra, en una simbiosis perfecta. Me abandono. 
La hierba fina, suave, me acaricia como un amante, todo mi cuerpo se estremece. Y miro al cielo. Las nubes me sonríen, quieren bajar a descansar conmigo, quieren parar en mi valle, pero no pueden, ellas siguen su viaje a otros paraísos,

        -Hasta pronto.

En mi casa siempre hay sol. Me envuelve en un cálido abrazo, me rodea y acaricia mi cuerpo, yo me dejo, soy vulnerable, no me resisto… es delicioso.
Mi casa es mi refugio, donde lloro, donde río, donde amo. Me marcho cada mañana, con el frescor del rocío, regreso cada tarde al abrazo cálido de mis pequeños, 

        -Mama esta en casa, ¡quiero mi beso…!

Cada noche mi hogar flota en el cielo de mi valle, mecida por el viento, nos transporta a otro mundo de sueño. 
Cada amanecer, se posa suavemente, en la tierra húmeda, se despereza y se coloca, se baña de sol y se llena de ruido de hijos, de duchas, de besos.

Mi hogar es mi refugio, son mis hijos, es mi amado, es parte de mi camino hacia la cima, soy YO.

domingo, 3 de mayo de 2015

REENCUENTRO

No me he ido, la verdad, he estado ahí todo el tiempo, aunque no me hayas visto. Sólo estaba aletargada bajo el sol de septiembre y la luna menguante. 
Todo el tiempo he estado contigo, aunque no te hayas dado cuenta. No estabas solo, yo estaba ahí.
He vuelto, para ti que estabas ansioso de mi presencia, desempolvando el teclado dormido te cuento mis anhelos.
Estoy aquí, siempre, aunque en ocasiones me diluyo entre la realidad y la ficción, entre el cielo y el suelo, flotando en mi limbo como si nada. Etérea.
Te tengo guardado desde hace días y te voy a revelar al mundo, como primicia, alargando el momento del estreno para hacerlo desear...
Dibuja un corazón en la arena, una y otra vez, no dejes que la mar ladrona se lo lleve. 
Cada ola te reta a escribirlo de nuevo. No te rindas, persevera hasta que tu amado lo vea, grabado a fuerza de tesón en la fina arena de la cala de Mallorca. Es lo que sientes y lo quieres contar, no dejes que la espuma del rompiente te robe tus deseos, son tuyos. Dibuja un corazón en la arena, tu corazón atravesado por la flecha de su arco. Él te observa, frenética, insistente. Dibújalo deprisa, que la mar lo quiere suyo. No lo permitas.


Los placeres de la vida se concentran en una sola gota de agua. De mar, por supuesto. Es así de sencillo.
Si la pulverizas, millones de partículas salen disparadas en todas direcciones y te brindan infinitas posibilidades. 
Si no sabes hacerlo, se queda en una sola gota, tan poca cosa que no llena tu vacío.
Ojala nos enseñasen a pulverizar nuestra propia gota y convertirla en un infinito abanico de alternativas de vida. 
Pero eso sólo lo puede hacer uno mismo. La vida te enseña, si estás atenta. 
Ralentizado, a cámara lenta. Las partículas de agua se mueven despacio para que las aproveches, están ahí. Utilizalas para ser feliz. 
Te acompañan en tu camino a la cima, sólo tienes que tomarlas con sumo cuidado y aprovechar su energía, su halo.
Extiende tus dedos hacia ellas, hazte con su esencia misma y disfruta de tu vida como si, en vez de haberte tocado, la hubieses elegido.

lunes, 16 de marzo de 2015

YO

Me voy a presentar, básicamente por los 60 estadounidenses, los 28 alemanes y los 25 rusos que han entrado en mi blog. Bueno y por los 400 españoles, porque, aunque mi madre entra de vez en cuando, los trescientos y pico restantes no me conocen.
Desde que nació este blog, he escrito sobre las señales, sobre mis líneas de vida, de lágrimas e hijos, de mis ángeles y mi demonio, he escrito sobre mi hogar, también sobre el amor y he contado cuanto disfruté mi cumpleañosTodo justificado con un por qué razón escribirlo, personal en estilo y en motivos.
Nací un 21 de julio de hace 39 veranos, en Santander, mi madre no recuerda la hora y yo le riño por ello:

    -¡Mamá, era tu primera hija! - pero ella me dice que fue un parto largo y perdió la cuenta de las horas.

Lo intermedio lo he contado o lo contaré, en realidad aquí quiero esbozarme, dibujarme con trazos finos, pinceladas que moldean mi figura.
Esto ya lo venía preparando hace días, de hecho, el día de mi cumpleaños les dije a mis amigas que quería presentarme en el blog a través de ellas, que plasmasen en un papel, mis virtudes y mis defectos. Eso, claro está, después de darles de cenar, de tomar vino y departir.
Serían más o menos las 5 de la madrugada, vamos, una hora buenísima para hacer el esfuerzo mental de definir a tu amiga. Y a pesar de tan ardua tarea, llovieron bienaventuranzas sobre mi cabeza. La lista de las virtudes, asciende a 18 cualidades (que yo he dejado en 7) y la de los defectos a tan solo 5. ¡Cuanto me quieren!.
Por eso mismo decidí que me definiría a partir de ellas, puesto que definirse uno mismo es difícil, creo. Generalmente pecamos de modestia o nos mostramos presuntuosos, es difícil ser ecuánime con uno mismo. Estamos condicionados por nuestra propia percepción de lo que somos y de cómo nos mostramos.
Mis amigas tampoco son demasiado objetivas, pero eso me encanta, es como decir, "mi marido me quiere y me ve guapa todos los días", es que ahí esta la gracia, en que te sientas bien por como te hacen sentir los demás y tú les des lo mismo a ellos.

He tomado de la lista las cualidades que mis amigas han destacado en mí en mayor número, y así es como ellas me ven:

o           Alegre: descubrí hace tiempo que a la gente le gusta estar con personas alegres que bastantes penas tiene  ya la vida.
o           Sincera: eso es una virtud o un defecto según se mire, yo procuro ser sincera para todo lo bueno y positivo y en ocasiones, no siempre, me callo lo malo. Soy sincera en un 75%, que en esta vida impersonal y egocéntrica no es poco.
o           Simpática: eso es como decir que soy guapa por dentro, y me encanta. Es como decir, me gusta y me alegra estar contigo. Me gusta esa palabra.
o           Divertida: a veces rozando el ridículo, pero a propósito, me gusta hacer reír, soy un poco “payasa” cuando hace falta. No es un termino peyorativo, es una gran virtud, que todos deberíamos tener. Poder reírnos de nosotros mismos y con los demás.
o           Positiva: como decía aquel, "siempre positivo, nunca negativo". O lo que es lo mismo, vaso medio lleno, siempre se puede, inténtalo y verás. Optimista. Si empiezas de arriba, aunque bajes un poquito estarás alto. Si empiezas de abajo, cuesta mucho subir.
o           Inteligente: chica lista, pues si. Sin ser una lumbrera me ha ido bien en los estudios, y en la vida, aún mejor. Tengo, como me dijo un amigo, inteligencia emocional, claro, eso es, y eso es lo que moverá el planeta dentro de poco. Metidos entre tanta maquina y tecnología, olvidamos los sentimientos y eso hay que trabajarlo.
o           Directa: franca, las cosas se dicen por delante, o se callan. No tengo más que añadir.

Pero también me han encontrado defectillos:

o           Acelerada: bueno, la verdad es que siempre voy corriendo. Más que un defecto es que soy así, algunas veces paro un poco, pero sólo para volver a coger impulso, y seguir corriendo. Yo suelo decir que el día que nació mi primera hija empecé a correr y aún no he parado.
o           Idealista: pues si, por suerte y por desgracia. Te ayuda a intentar crecer cada día, a darlo todo, a disfrutar, pero te eleva a un plano muy irreal que a veces te decepciona.
o           Auto exigente: mucho, aunque cada día menos, eso se aprende, no es bueno pedir tanto de uno mismo, porque puede que pidas eso de los demás y puede ser demasiado. Hay que buscar con tino el equilibrio.
o           Perfeccionista: más de lo mismo, supongo que por un sentimiento de inferioridad que arrastro desde la adolescencia y que aún estoy procesando. El camino es largo, la cima esta lejos, estoy en mi propio camino hacia la cima.
o           Mandona: bueno, eso es cosa de familia, lo llevo en los genes, mando mucho, porque hago mucho, porque hablo mucho y porque corro mucho.  Es lo que hay.

Sólo voy a añadir una cosa, soy explosiva, TNT encerrado en un cuerpo de mujer. Exploto, grito, disfruto con fuegos artificiales, a lo grande. Y después me quedo tranquila una temporada, con la pólvora mojada, hasta que se seca y soy “peligrosa” otra vez.
Me gustaría poder seguir escribiendo siempre, me gusta, además no encuentro mi libro de poemas, así que tengo que seguir buscando. Tengo la sensación de que cada escrito es como una moneda para el carrusel de la vida. Giro y giro sin parar, y que no pare nunca, no quiero apearme de la vida.
Yo pienso que la felicidad es efímera, es un árbol de hoja caduca, hay que capturarla al vuelo, como un soplo de aire fresco que se esfuma frente a nosotros. Se nos escapa. Hay que absorberla y disfrutarla en el momento. Atraparla, gozarla en su esencia misma en el instante en que se presenta. Es mi visión personal, respeto las de los demás, pero es la mía propia.
Busco las cosas que me hacen feliz, escribir me hace feliz. Que me leas me hace FELIZ.

viernes, 6 de febrero de 2015

SOMOS UN CLAN

Os voy a contar un secreto. 
En mi familia todos hablamos muy alto, sobre todo las mujeres. Supongo que para decirle al mundo que estamos ahí. Y muy deprisa, se nos amontonan las ideas, se nos amontonan las preguntas, somos así. Lo llevamos impreso en nuestra cadena de ADN, nuestra información genética lo dice. No hay más que tomar una muestra al azar,  al más puro estilo CSI,  de nuestros cabellos o fluidos y ponerla en el microscopio.  Se ve perfectamente como las células departen animadamente, todas a la vez, sobre esto y lo otro, como se reúnen para merendar y tomar cafetitos, como quedan para ir al mercado de las mitocondrias los jueves por la mañana.
Si nuestras células lo hacen, nosotras con más razón.

Las reuniones familiares tienen un nivel de decibelios que puede llegar a ser lesivo para el oído interno, sobre todo, para los miembros de la familia que han venido a formar parte de la misma por el sacramento del santísimo matrimonio pero que no tienen aún inoculado en sus genes el ADN familiar. Eso si, son la mar de gratificantes, nos hacen sentir bien, tenemos un arraigado sentimiento de pertenencia al grupo, somos una familia, somos un clan.

Fruto del amor de mis padres y de que en el siglo pasado solo existían la primera y la segunda cadena de TVE, nacieron tres hijos… ¿porque pensáis que ha descendido tanto la tasa de natalidad?, pues esta claro: hay demasiados canales de televisión y es que así es imposible.
Mis hermanos y yo somos como un manojo de globos llenos de helio, flotando en el aire, dándole color a la vida.
Yo nací la primera, soy la que esta mas cerca de las nubes, tengo la cabeza llena de pájaros, flotando, idealista.
Mi hermana vino al mundo después de mí, es la que esta más cerca del suelo, tiene los pies en la tierra, esta más abajo pero también es un poco soñadora.
Y mi hermano, que vino a completar la triada,  esta en el punto medio, a veces es de lo más sensato y otras te viene con uno de sus proyectos divertidos e imposibles. 
Yo le digo: 

         - Yo pongo el tiempo y tú el dinero - pero creo que no cuela.

Mi hermana dice que para leer mi blog hay que hacerlo sin haber bebido vino, no se si se refiere a que es demasiado profundo o a todo lo contrario.
A lo mejor lo que hay que hacer es precisamente beber primero, porque si no, no hay quien lo entienda.
Pero hay quien no hace caso de tal consejo, pues el sábado pasado estuvimos en la boda de mi primo el pequeño (que claro, ya es grande) y  a Eloy sólo se le ocurre, entre plato y plato, y con vino de por medio, leer “El amor es umami”, con el consiguiente descubrimiento y sentimiento de revelación, que alteró su percepción de la realidad y le dieron ganas de hacerle a mi prima Elena el chiquillo, ¡que peligro!.

Es lo que tienen las bodas, que con tantas emociones a flor de piel, con tanta mujer bella, con tanto chico guapo y trajeado, con tanto cóctel de champán, vino y sorbete de mandarina, pasa lo que pasa.
Pues resulta que nos brotan los instintos mas carnales y puede pasar de todo. Y todo bueno.
Como me decía mi prima Ángela cuando nos marchábamos para casa:

         - Pero ¿a donde vais? 
         - Pues a casa, a hacer el amor - respondí yo.

En realidad iba a dormir y a dejar descansar a mis torturados pies, pero quedó bien así.

Bueno, que conste que este blog esta escrito sin rastro alguno de sustancias toxicas o estupefacientes en mi organismo, excepto las hormonas que pasean por mi cuerpo en cada momento, que no es poco.
Es que yo no fumo, ni tampoco bebo, que luego digo tonterías.
Eso si, el sábado, algún sorbito de vino y un poco de ginebra aromatizando la tónica, me ayudó a tirar de la lengua al personal.
Es lo que tiene mi familia, que somos todos muy expresivos, lo damos todo, lo contamos todo, lo llevamos en los genes. Y a los que duermen con nosotras, se les acaba pegando.

Me encantan las bodas familiares, nos juntamos todos los primos, nos reímos y divertimos como el sábado, cantamos, bailamos, disfrutamos mucho juntos.
Es una pena que Luis y Ángela, hayan cerrado el círculo. Pero estoy muy feliz por ellos.

Me recuerdan a mi propio matrimonio, cuando se comienza la aventura de estar juntos como marido y mujer es todo muy especial. Es una de las mejores etapas de la vida de pareja, al menos hasta que llegan los hijos. Y es que ya lo decía una amiga cocinera:

        - El que no tiene hijos, no sabe lo que gana, ni lo que se pierde.

En realidad el circulo no esta del todo cerrado, nos quedan Eva y Rafa, que se están haciendo los remolones.
Si se casan, de seguro no será una boda convencional, será diferente, especial, genial.
Puede que estén esperando a que se abra la temporada de los viajes a la luna, para celebrarlo allí o simplemente que estén bien así y no quieran probar, por si se estropea.

A nosotros nos da igual, no tenemos prisa. Saben que donde sea, cuando sea y como sea, allí estaremos, su familia, con ellos, su clan.

No se que tiene mi familia, que como en el cuento de garbancito, el que entra no sale.


Os quiero SIEMPRE en mi camino a la cima, quiero estar SIEMPRE en el vuestro.

miércoles, 21 de enero de 2015

MI BLOG...

Este es MI BLOG, escribo sobre lo que quiero, como y cuando puedo; escribo sobre lo que siento a mi manera; escribo como sé, como me gusta, llego hasta donde encuentro el limite que no quiero traspasar.
Escribo para mirarte a los ojos, si me mantienes la mirada, existirá conexión entre nosotros.
Mi blog tiene razones y señales, tiene líneas de vida y lágrimas, tiene hijos en forma de ángeles, tiene su propio diablo, tiene mi hogar, mi amor y a mí misma, tiene a mis amigas y tiene a mi familia.
Mi blog es un portal abierto a otros mundos dentro de mi mundo propio. Abierto a personas que no conozco. ¡Ni siquiera yo misma me conozco del todo!
Mi blog es interesante porque lo lee gente interesante. Lo leen mis amigas, mi familia… y los rusos.
He probado a traducirlo al portugués y lo que escribo me sabe a fado, lo he traducido al árabe y lo que escribo me huele a especias, al catalán y me rima a poesía, al francés y parece tan elegante, al inglés y hasta parece importante.
La gente me pregunta de donde saco el tiempo.
De cualquier bolsillo, la verdad, de horas de sueño, de ratos de asueto no disfrutados, lo robo sigilosa del resto de mi vida, no dispongo de mucho, ¡ojalá se pudiera comprar!
Por eso escribo con menos frecuencia, me lleva un rato plasmar lo que pienso, lo que siento, lo que vivo…
POR ESO ESCRIBO MENOS.
Escribo cuando duermo al bebe, mi mente produce frases a la velocidad del rayo, pero no puedo transcribirlo en ese momento, salgo corriendo de la habitación enciendo el portátil y plasmo lo que recuerdo, después relleno y trabajo sobre ello.
Escribo cuando camino, me surgen las ideas, lo malo de esa fluidez mental, es que si no se escribe, si no se graba… se pierde.
No puedes sentarte y reproducir lo que has construido primero, no funciona así, las ideas brotan como el agua de la fuente, si no la recoges se pierde por el sumidero, si no las atrapas se evaporan como gotas de agua cargadas de letras.
Escribo cuando me ducho, cuando me ausento, cuando estoy abstraída, escribo cuando sueño, cuando amo, cuando siento…
Recibo inspiración de  cualquier lugar, a mí alrededor todo me susurra, sólo debo parar a escuchar, pero siempre voy corriendo.
POR ESO ESCRIBO MENOS.
El tema del próximo escrito puede estar en cualquier sitio, puede ser cualquier cosa, sólo tengo que trabajarlo, procesarlo desde de mi alma, filtrarlo a mi través, ¡me roba energía!.
POR ESO ESCRIBO MENOS.
Anoche mientras fregaba vino una mariposa a posarse en el cristal de mi ventana, hermosa, frágil, me invadió una sensación de belleza, tuve que parar, quitarme los guantes y sentarme a escribir. Dejo de pensar en cacharros sucios y empiezo a pensar en ideas que fluyen, todo sucede en el mismo instante.
Vivo dos veces desde que escribo, la primera cuando me suceden las cosas y la segunda cuando las transformo en palabras, por eso soy rica y afortunada.
Primero hago un esbozo, un boceto de ideas sueltas. ¡No se puede leer!, es como mirar el cancán a una novia. Es personal, es privado, es imberbe. Después lo integro en mí misma, lo maduro y moldeo como las manos de un alfarero acarician el barro, húmedo y suave. Yo acaricio las ideas y las transformo en palabras de vida y sentimiento, las empujo a vivir también a ellas, les doy vida.
Me gusta, disfruto, pero como todo lo bueno, supone un esfuerzo.
Tiene su recompensa, claro está, pero mi vida esta muy llena.
POR ESO ESCRIBO MENOS.
He creado en mis post términos propios, tengo la patente, pero son para compartir, me siento orgullosa de este “mi blog”, que es como un hijo. 
Me da mucho trabajo, pero también muchas satisfacciones, me ayuda en mi crecimiento personal, me sirve de válvula de escape, de desahogo. 
Mi blog es el mapa de mi camino a la cima.
Soy libre para escribirlo, es de mi propiedad. Pero es el último de la fila, esta después de mi familia, de mis amigos…
POR ESO ESCRIBO MENOS.
Mi blog soy yo misma, translúcida, permeable.
Mi blog soy yo y mi circunstancia, la coyuntura de mi momento actual...
Mi blog es mío y solo lo compartiré contigo.


miércoles, 3 de diciembre de 2014

HUMEDO LAMENTO

Al fondo del camino le estaba esperando su amado.
Galia caminó despacio atravesando la sinuosa pasarela. A cada paso que daba estaba más cerca de él pero, tan lejos aún. Notaba la humedad en su rostro, la humedad salada del agua que se mecía tranquila bajo los “ojos” del camino.
Siguió avanzando, paso a paso. Se le antojaba lejano el final, el punto donde él esperaba.
Rozó su mejilla, húmeda, ¿acaso las gotas de mar se posaban en ella?
No quería llorar por él, era la bruma marina lo que apartaba de su cara.  Seguro.
Estaba cerca, llegando, sólo unos pasos más y estarían juntos.
De pronto, la mar, hasta entonces tranquila, arrancó con una ola quebrada la imagen de aquél que le estaba esperando.
Y todo volvió a estar en calma.

En ese mismo momento despertó y fue consciente de que, de sus ojos, manaba un húmedo lamento.

jueves, 15 de mayo de 2014

PAÑO DE LUNA


Cuando era una niña, mi madre decía que la luna tenía un paño que todo lo cubría.
Las penas de los niños y sus miedos se ocultaban bajo aquel paño de luna, hasta que, consumidos por la oscuridad, desaparecían sin dejar rastro.
Algunas noches, cuando estaba triste, me acercaba cautelosa a la ventana de mi cuarto y, de puntillas, observaba con los ojos muy abiertos a la luna, tan brillante que me cegaba con su luz. Pensaba en que las penas de los niños del mundo, estaban allí, cubiertas por su paño. Pensé que sería enorme para tenerlas todas juntas, o que las penas eran muy pequeñitas en comparación con la inmensa luna.
Eso me hacía sentir segura. Si tenía algún problema, sabía que podría mandarlo muy lejos, mandárselo a la luna, para que ella se encargase de hacerlo desaparecer.

Cuando era niña, mi madre decía que los días en que la luna no brillaba como siempre, era porque había muchos niños tristes en el mundo al mismo tiempo, y que esos días, la luna tenía tanto trabajo, que necesitaba la ayuda de las mamas de todos los niños del mundo.

Cuando era niña, mi madre decía que los días en que yo estuviese triste o cuando tuviese miedo, podía abrir las cortinas y dejar que la luz de la luna me llevase las penas, y que, cuando la luna no brillase, yo podía llamarle a ella, así:

- ¡Mamá, mamá, ven!, tengo miedo… ¡mamá, mamá, ven!, estoy triste…

Y mamá… siempre venía.