Tengo una carpeta llena de documentos Word que a su vez están
vacíos o llenos de frases inconexas. Son mis “brainstorming”,
todas esas frases sueltas, ideas, inspiraciones que me vienen a la cabeza en los momentos mas inverosímiles, vamos en cualquier sitio...
- Horror, si estoy en la fila del mercadona, ¿donde lo apunto?, en el rollo de papel higiénico, ¿alguien tiene un boli?, se me va a olvidar…
- Horror, si estoy en la fila del mercadona, ¿donde lo apunto?, en el rollo de papel higiénico, ¿alguien tiene un boli?, se me va a olvidar…
El año pasado, por mi cumpleaños, mi amiga
Marisa, esa a la que le tiraría los trastos si fuera un tío, me regalo una
preciosa libretita de tacto suave, imán en la portada, dibujo como de
caleidoscopio y que tiene incluso un marcador de paginas que es una cinta con
un pequeño contrapeso en el extremo, vamos es una autentica “monada”. Me dijo:
- Para que recuperes tu afición por la escritura…
Y casi un año después, la he sacado del cajón y la he llenado con mi personal tormenta de ideas.
- Para que recuperes tu afición por la escritura…
Y casi un año después, la he sacado del cajón y la he llenado con mi personal tormenta de ideas.
Pues de resultas de tan nutrido conjunto de “títulos”
para mis escritos, he decidido que hoy, que esta lloviendo, estoy premenstrual
y poco inspirada, voy a escribir sobre el llanto.
En realidad, soy una experta. Después de años de practicas
intensivas, tengo ya un master, que digo, un doctorado en “lagrimología”, con
tantas horas de formación, que aunque lo pasase a créditos, no me llegarían los
números. Como diría mi amiga Mónica, "soy doctora (consorte) porque mi marido es
doctor", aunque en mi caso si mi marido es cabo, supongo que yo soy “caba”.
La verdad es que he debido de llorar el equivalente a las
reservas hídricas de mi comunidad autónoma. Los acuíferos de mi tierra se han
nutrido de mí.
Cuando era pequeña viajaba con mis padres y mis hermanos a
los sitios más divertidos y soleados de esta España nuestra y siempre, siempre
me mareaba. Y yo, ilusa de mi, pensaba que viajando más y más, algún día se me pasaría,
que me acostumbraría y no volvería a marearme.
- Mama voy a “gomitar”.
Pues más o menos lo mismo me pasaba con el llanto, pensé que de tanto llorar, me acostumbraría y lloraría cada vez menos, y por desgracia… así es.
- Mama voy a “gomitar”.
Pues más o menos lo mismo me pasaba con el llanto, pensé que de tanto llorar, me acostumbraría y lloraría cada vez menos, y por desgracia… así es.
Eso no quiere decir que ya no llore, sigo haciéndolo, pero
cada vez con menos frecuencia. Supongo que me estoy haciendo mayor, es como
imaginar, cuando somos niños no nos cuesta, cuando vamos siendo mayores, no nos
sale.
Llorar tiene tantas ventajas que no se si me olvidare de
enumerar alguna. Para empezar tiene la ventaja física de que lubrica la
conjuntiva y evita que se obstruyan los lacrimales, pero claro, ahora entiendo porqué
tengo la piel tan seca, ¡si lo lloro todo me voy a deshidratar!.
Además tiene importantes beneficios emocionales, eso si, hay
que llorar sola, porque sino el que esta contigo se empeña en decirte que “no
llores más”.
¡Que manía!, es que QUIERO LLORAR, que me hace sentir mejor, aunque después parezco la versión poltergeist de mi misma con los ojos hinchados y la nariz congestionada.
¡Que manía!, es que QUIERO LLORAR, que me hace sentir mejor, aunque después parezco la versión poltergeist de mi misma con los ojos hinchados y la nariz congestionada.
Las mujeres tenemos una gran ventaja sobre los hombres, y es
que tenemos un ciclo menstrual que nos permite, además de gastar un montón de
dinero en tampones, tener una importante labilidad emocional, que nos permite llorar
incluso si se nos queman las tostadas por la mañana.
- ¡Pobrecitas, que vida mas triste! (la de las tostadas, claro).
- ¡Pobrecitas, que vida mas triste! (la de las tostadas, claro).
Eso no le pasa a nuestros compañeros en la vida, los hombres
como casi no lloran, pues claro, se llenan de contracturas. Casi todos los
hombres que conozco con más de 35, están contracturados aquí o allí.
- Claro, si lloraseis un poco mas, no os pasaría eso. Y además, tontos, nos entrarían ganas de consolaros y de quitaros las penas - todo ventajas.
- Claro, si lloraseis un poco mas, no os pasaría eso. Y además, tontos, nos entrarían ganas de consolaros y de quitaros las penas - todo ventajas.
De todas maneras, hay que mirar muy mucho donde se llora, no
sirve cualquier sitio, vamos, que el autobús municipal o la fila del banco no
son el mejor lugar.
Hice un curso hace
unos meses, en el que se trató este tema, entre otros, y la psicóloga nos dijo
que un buen sitio para llorar es la ducha. Parece ser que el agua, siempre tan
purificadora, ayuda y acompaña en este proceso, agua y lágrimas vertidas por el
desagüe, que desperdicio.
Bueno, yo no he probado. La verdad, es que a las siete de la mañana no suelo tener ganas de llorar, soy mas vespertina, pero supongo que te debes de ahorrar un montón de dinero en clínex.
Bueno, yo no he probado. La verdad, es que a las siete de la mañana no suelo tener ganas de llorar, soy mas vespertina, pero supongo que te debes de ahorrar un montón de dinero en clínex.
Pero como todo en esta vida, hay algo peor que llorar.
No poder hacerlo.
Cuando tienes esa sensación de nudo en la garganta que te atenaza, te constriñe, duele como si de verdad te presionase la traquea una fuerza invisible… Cuando quieres llorar y no puedes.
Eso, SI, duele de verdad.
No poder hacerlo.
Cuando tienes esa sensación de nudo en la garganta que te atenaza, te constriñe, duele como si de verdad te presionase la traquea una fuerza invisible… Cuando quieres llorar y no puedes.
Eso, SI, duele de verdad.
Os invito a llorar un ratito cada día, si puede ser de risa,
mucho mejor, sino de pena, también sirve, todo lo que lloras, sale de tu
cuerpo en forma de agua de un delicioso sabor ligeramente salado, tibio...
y ya no hace tanto daño.
y ya no hace tanto daño.
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